Menciona sueño y niños, y todos los padres en la sala se unirán y compartirán terribles historias de niños que no podían dormir. Pocas cosas provocan más miedo en los padres que esta imprecisa función del cuerpo, que para algunos niños parece no existir, o por lo menos, parece estar totalmente fuera de control.
La razón por la cual los niños no duermen, descartando verdaderas razones médicas, son tan diferentes como los propios niños.
Echemos un vistazo a algunas de las cosas que puedes hacer para acostar a tu hijo:
- Crea una rutina y limítate a ella
Establecer una rutina para la hora de dormir es importante para que tu pequeño duerma mejor y desarrolle buenos hábitos de sueño. Su rutina puede incluir tiempo para el baño, leer un libro, cantar una canción, o incluso unos minutos acurrucándose junto a ti. Haz que la rutina se adapte a tu familia.
- Hazle saber que la hora de dormir se acerca
-“María, en cinco minutos irás a darte un baño”. Haciéndolo así, le dará tiempo de hacerse a la idea de que la hora de dormir está cerca y por tanto, a terminar lo que sea que esté haciendo en ese momento. No debes preguntar si quiere o no darse un baño. Esto puede, y a menudo pasa, acabar en un resonante “No!” All legar a este punto, te habrás involucrado en una lucha de poder que puede tomar mucho tiempo.
- Si quieres darle diferentes alternativas, asegúrate de que sean opciones aceptables
“Juan, ¿quieres bañarte con tus dinosaurios o con tus patos hoy?” Ofrecer opciones ayuda al niño a sentir que tiene más control sobre su mundo.
- Tiempo para calmarse
Apaga el televisor y no hagas ningún tipo de actividad ruidosa o activa. Una o dos horas antes de ir a dormir, procura que tu hijo haga actividades tranquilas.
- Come temprano
Intenta programar la cena por lo menos dos horas antes de ir a domir, a ser posible. Evita los snacks con demasiado azúcar y líquidos después de la cena. Esto ayuda a prevenir muchos viajes al cuarto de baño después de ir a la cama.
- Calmada pero firme
Si tu hijo se levanta de la cama, no le consientas, no te rías y no le grites. Guíale suavemente hacia la cama y recuérdale que es hora de dormir.
- Abordar cualquier problema
Puedes evitar pequeños problemas como el de los monstruos al acecho, dándole una linterna o un spray con agua con una etiqueta que diga Spray para Monstruos.
Si pruebas todas estas cosas y el problema persiste, deberías hablar con tu pediatra para descartar cualquier causa médica de insomnio.
Una vez que sepas que no hay motivo de preocupación, puedes por fin relajarte. Los niños crecen con el tiempo y en un abrir y cerrar de ojos sus habitaciones estarán vacías.